Nacif
contra Cacho
La
publicación del libro de la también activista por
los derechos humanos impactó el medio político y
empresarial no sólo de Quintana Roo, sino también
del centro del país, pues describe la forma en que opera
una redinternacional de pederastia, en la que estarían
involucrados tanto Nacif, como Jean Succar
Kuri, quien actualmente se encuentra recluido en el penal
de máxima seguridad del Altiplano, en el estado de México.
En
el libro se hace mención de otras figuras públicas,
como el actualdirector del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales para losTrabajadores del Estado (ISSSTE), Miguel Ángel
Yunez Linares.
Ofendido
por las imputaciones que se le hacen en el libro, Nacif
decidió demandar, en Puebla, a Lydia Cacho por los delitos
de calumnia y difamación.
Cacho
fue por ese motivo detenida en Cancún, su lugar de residencia,
y trasladada a la prisión de Puebla, en donde -luego de
permanecer en el Ministerio Público 30 horas- una juez
penal absolvió a la periodista del delito de calumnia,
aunque se declaró incompetente en el de difamación
y turnó el caso al juzgado Primero Penal de Cancún,
a cargo de Gilberto Herrera Solís.
Además,
como los delitos de difamación y calumnia no están
tipificados como graves, la comunicadora obtuvo su libertad provisional,
pagando una fianza de 70 mil pesos.
Una
detención que parecia un secuestro
Sin embargo, la manera en que se realizó el traslado, de
Cancún a Puebla, descrito por la periodista como un virtual
secuestro, en el que recibió amenazas y humillaciones múltiples,
fue denunciado a través de diversos medios de comunicación
y organismos defensores de los derechos humanos.
De
Puebla, la juez encargada turnó el caso a un juzgado de
Quintana Roo, pues se declaró incompetente. Y ahí,
el juez
primero penal de Cancún,Gilberto Herrera Solís,
admitió el caso bajo la presunción de que Puebla
había un clima de
hostilidad hacia la procesada.
Pero
hacia octubre, luego de dos audiencias, el juez de Cancún
también se declaró incompetente y envió el
juicio al juzgado cuarto de paz penal delDistrito Federal, pus
los hechos imputados a Cacho sucedieron en esta ciudad, lugar
donde se imprimió el libro que dio origen a la denuncia
contra la escritora.
Y
fue en la ciudad de México en donde concluyó el
juicio por difamación contra la comunicadora Lydia Cacho.
Sin
embargo, en este conflicto, generado por las revelaciones que
Cacho hace en su libro, falta aún la decisión de
la
Suprema Corte de Justicia dela Nación sobre la denuncia
que la comunicadora hizo contra el gobernador de Puebla, Mario
Marín, quien se habría confabulado con Nacif para
"darle un escarmiento" por relacionarlo con Surcar Kuri,
procesado y
preso por pederastia.
La
publicación de una llamada telefónica entre
Kamel Nacif y el Gobernador de Puebla, Mario Marín,
en la que hablan despectivamente de Cacho y donde se infiere su
acuerdo o complicidad para la aprehensión de la reportera
pueden influir en otra resolución favorable para la periodista.
Cancún , Quintana Roo, Febrero 2006
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